miércoles, 17 de abril de 2013



LA  COMUNIÓN  DEL CIENTÍFICO

Si algo realmente iluminaba la cara de Rubén era su colección de fósiles. De todos los tamaños y maneras llenaban la estantería de su habitación. El problema era, claro, desprenderse de ellos para decorar el banquete de su Primera Comunión. Así pues, intentamos reemplazarlos por piedras en las que dibujamos “los fósiles de Rubén”.

El resto: flores, globos, probetas y vasos de precipitado (llenos de chuches), libros del Cretácico y toda la ilusión de un pequeño científico y su magnífico laboratorio.
 



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